Un aspecto a nuestro juicio indispensable dentro de la necesaria reforma del Estado es establecer un marco en el cual las empresas públicas tengan tarifas compatibles con los niveles internacionales que puedan ser comparables. Así lo hemos planteado en las bases programáticas que aprobamos e integramos a los trabajos conducentes a la plataforma de gobierno que habremos de desarrollar y ejecutar desde 2010. No se trata ya, puesto que la mayoría de los uruguayos ha definido su posición al respecto, de discutir sobre la propiedad de esas empresas, sino de darles por un lado las mejores condiciones para cumplir sus cometidos con la máxima eficiencia y, por otro, exigirles que así lo hagan, transparentando sus costos y reestructurando sus estructuras operativas tanto como sea necesario. Ese era el sentido del proyecto de Ley de asociación que impulsamos para Ancap y cuya esencia sigue siendo tan válida, o más, que entonces. Desde luego, ello exigirá, no solamente la gestión de Directorios comprometidos con estos lineamientos, sino de la actuación muy firme de las correspondientes Unidades reguladoras, que deben constituirse en genuinas defensoras de los clientes cautivos de esas empresas monopólicas que, además, son sus accionistas.
Totalmente en línea con estas preocupaciones, hemos leído con atención un trabajo de aplicación de herramientas estudiadas en el marco de un posgrado en Finanzas preparado por prestigiosos profesionales (Alsina, Baldomir, Díaz, Urgoiti), referido a la Medición de la Creación de valor en Empresas Públicas Uruguayas. El mismo se centró en Ancap, Ute y Antel, en un período de cuatro años (2000-2003). Resulta particularmente interesante por cuanto, en palabras de los autores, “el debate instalado en nuestra sociedad se centra casi exclusivamente en la óptica del cliente por un lado o en las consideraciones de tipo estratégico para mantener estas empresas en manos del Estado. Ambas han carecido, a nuestro entender, hasta el presente de medidas objetivas y económicas que analicen la gestión de estas empresas desde la perspectiva de la sociedad uruguaya como propietario de las mismas, siendo ello el objetivo de este estudio… El aporte, que aspiramos a proporcionar a la discusión, pretende desarrollar técnicas y elementos de análisis que contribuyan a esta búsqueda, evaluando los resultados estrictamente desde el punto de vista del propietario, que en este caso es cada uno de los uruguayos, propietarios últimos de esas organizaciones.” A tal efecto, el trabajo utiliza una serie de técnicas de amplia aceptación tanto en ámbitos académicos como en el mundo de los negocios, aplicadas a la determinación de la valuación, gestión de la cadena de valor y técnicas de medición de resultados y de valor agregado, tomando como premisa que el objetivo debe ser la creación de valor, dado que ello no sólo beneficia a los accionistas, sino también al valor de los derechos de todas las otras partes involucradas (empleados, proveedores, clientes, financiadores, etc), mientras que todas las partes involucradas se resienten cuando la dirección fracasa en la creación de valor para el propietario.Pues bien, aun teniendo en cuenta las limitaciones que los propios autores señalan a la aplicación de las herramientas seleccionadas, habría una clara destrucción de valor por parte de estas empresas en el período considerado, en una cuantía difícil de precisar pero de orden multimillonario en dólares, una tendencia altamente preocupante, que más que justifica nuestros planteamientos. Algo así como que, en vez de que estas empresas contribuyan con las políticas sociales públicas, sean la educación, la seguridad, etc., las que les soporte a ellas. El mundo al revés. Tendremos que enderezarlo.
(Volver Portada)